Los complejos no solo son un problema de adolescencia que surge por la falta de popularidad, sino que este pequeño complejo puede marcar la vida, la personalidad y el carácter de cada individuo generando un trauma. En este proyecto se retratan los complejos físicos y psíquicos, tanto los más comunes como los más extraños, acompañados de la aportación de historias personales para poner en manifiesto los traumas que ha generado una sociedad marcada por la crítica y las expectativas irreales. Utiliza la fotografía como herramienta de cura, permite descomplejarse y empoderarse, produciendo una maximización de los complejos para dignificarlos y así minimizarlos y normalizarlos. La maquetación está formada a partir de 50 entrevistas a anónimos, de las cuales se han extraído fragmentos que relatan sus complejos más íntimos y las frases que utilizan para superarlos o darles menos importancia. A partir de estos complejos se han realizado una serie de fotografías que buscan mostrar la belleza de estos a través de la magnificación y la descontextualización de ellos.